Los planes de formación en las empresas son desde hace años en España tendencia al alza aunque todavía estamos lejos, en comparación con otros países, de considerar la formación algo fundamental dentro de la organización.
Por otro lado muchas de las empresas que ya están recurriendo a los planes de formación para sus trabajadores desconocen el potencial de los mismos por una sola razón: no lo acompañan de una evaluación y por tanto pueden llegar a poner en duda si la acción ha merecido la pena. La evaluación de la formación es una tarea difícil, pero enormemente necesaria, ya que sólo evaluando podremos detectar los efectos de las acciones formativas llevadas a cabo, los rendimientos de la inversión efectuada y tomar decisiones para optimizar la calidad de la formación futura.
Necesidad de evaluación
La evaluación de la formación es una estrategia imprescindible para garantizar la calidad de las acciones formativas que se desarrollan y para impulsar el proceso de aprendizaje constante que el entorno actual exige, explica la Pedagoga y Dra. en Ciencias de la Educación, Pilar Pineda.
Evaluar debe ayudarnos a determinar el grado en el que una formación cumple con las necesidades de la organización, teniendo en cuenta el impacto económico y cualitativo que ha supuesto. Además la evaluación de las acciones formativas debe realizarse desde distintos enfoques para que el resultado final nos ofrezca una visión global.
En concreto, la evaluación debe realizarse en torno a tres objetivos fundamentales.
- Objetivo económico. Para algunos es el más importante, incluso el único. Conocer los beneficios y la rentabilidad de la formación que se ha impartido.
- Objetivo pedagógico. Se trata de comprobar que la formación cumple los objetivos pedagógicos para los que ha sido diseñada.
- Objetivo social. Relacionado con la comprobación de la adquisición de competencias, conocimientos, habilidades,etc.
¿Qué beneficios aporta la evaluación de la formación?
- Nos ayuda a detectar problemas relacionados con las competencias de los empleados, puntos débiles en los que haya que hacer mayor hincapié.
- Permitirá justificar los gastos efectuados en la acción formativa y conocer el ROI de la acción.
- Nos ofrecerá información sobre las necesidades, si las hubiese, de mejora del proceso formativo en cuanto a metodología, diseño, etc.
- Convierte la formación en una herramienta de mejora de la competitividad de los empleados.
