En un mundo tan cambiante como el actual, la formación empresarial es fundamental, sobre todo si la compañía no quiere quedarse obsoleta y pretende optimizar sus resultados. A pesar de ello, no son pocos los departamentos de RRHH que no terminan de decidirse a implementar programas de formación por miedos, muchos de ellos infundados y basados en falsos mitos. Por ejemplo, ¿crees que no es posible enseñar nuevas tecnologías a personas mayores? ¿Consideras que la formación empresarial no es eficiente porque es mejor que cada uno estudie a su manera? Desmontamos los principales mitos existentes sobre el mundo de la capacitación corporativa.
La formación, fundamental
Todas las organizaciones internacionales conocen la importancia de invertir en programas de desarrollo y formación profesional. Esto es un dato que cuenta con amplia evidencia empírica; de hecho, el exponencial crecimiento del eLearning tiene mucho que ver con esto.
Paradójicamente, mientras que se incrementa la adopción de programas de formación basados en la tecnología, las compañías siguen pasando dificultades para encontrarle el valor a la inversión en programas de formación y desarrollo (L&D, en sus siglas en inglés), sobre todo en lo referido al retorno de la inversión (ROI). Esto termina desembocando en falsos miedos y mitos sobre los programas de formación corporativa. De hecho, muchos de estos temores entorpecen el crecimiento de la carrera de la plantilla, su desarrollo, la mejoría de la experiencia de la clientela y la optimización de los resultados empresariales.
A continuación, y siguiendo los criterios de Michelle Ockers, experta en L&D y eLearning, vamos a tratar de desmontar estos mitos:
1. La gente recuerda el 10% de lo que lee y el 20% de lo que ve
No, la gente no recuerda el 10% de lo que lee, el 20% de lo que ve y el 30% de lo que escucha. Esto es, simplemente, una creencia popular sin base científica que lamentablemente se ha perpetuado demasiado en el tiempo.
La eficiencia y fiabilidad de los métodos de enseñanza no puede analizarse basándose en estos absurdos porcentajes, porque los resultados del aprendizaje dependen de muchas variables. Lamentablemente, este mito se ha usado demasiado, y se puede encontrar mucha literatura (no científica) que se basa en ellos. ¡No los perpetúes!
2. Cada uno tiene una forma de estudiar
¿Aprenden las personas mejor si se les enseña usando su modo de estudio? Si crees que la respuesta a esta pregunta es afirmativa, mucho nos tememos que estás en un error.
Este mito surge de la teoría que sostiene que la gente aprende y retiene el conocimiento mejor si se les presenta la materia usando un método específico, más concretamente el que ellos prefieran (visual, auditivo…). Además, esta idea gana peso alimentándose de argumentos como que las personas tienen diferentes historias a sus espaldas o distintas capacidades de retención. Pero por muy bien que suene esto, no deja de ser un mito sin base.
De acuerdo al psicólogo cognitivo Harold Pashler, quien dedicó décadas a esta investigación, no existe suficiente evidencia científica que justifique que los estilos de enseñanza lleguen a afectar en el aprendizaje.
3. El mobile learning o aprendizaje flexible tiene lugar en cualquier momento y en cualquier sitio
Aunque esta idea no sea tan antigua como para poder considerarla un mito, lo cierto es que este concepto sobre el mobile learning es un mito. De acuerdo a la responsable de Educación de la Universidad de Wollongong, la profesora Sue Bennett, el aprendizaje nunca tiene lugar en cualquier lugar ni sin buscar un momento determinado; es decir, el contexto tiene vital importancia en la formación.
4. La gente mayor no tiene capacidad de aprendizaje
Falso. La neuroplasticidad de nuestro cerebro permite que las personas aprendan, tengan la edad que tengan. La neuroplasticidad puede ser definida como el nacimiento o renovación de las células cerebrales. Y es que, al igual que podemos ganar músculo si nos ejercitamos, las células del sistema nervioso también crecen y mejoran sus conexiones gracias al ejercicio mental. Y sí: mejoran su capacidad de aprendizaje.
5. El modelo definitivo para el éxito del aprendizaje es el de 70:20:10
La industria de la formación ha debatido mucho sobre la efectividad del ratio 70:20:10, el cual se ha aplicado al desarrollo de la gestión y del liderazgo. Este ratio sostiene que el 70% del aprendizaje tiene lugar en el trabajo, el 20% proviene de la gente, y el 10%, de la formación.
Pues bien, aunque muchas personas apoyan esta teoría, lo cierto es que hay bastantes indicios que la señalan como otro mito. Por ejemplo, la última investigación llevada a cabo por Charles Jennings para la compañía Towards Maturity: según su informe, el 90% de los miembros de una empresa consideran que la colaboración es fundamental para su trabajo, mientras que el 37% cree que lo importante es la formación formal. Solo el 47% de las personas encuestadas aprobó el ratio 70:20:10.
6. Nuestra capacidad de concentración es muy baja
Hay quien sostiene que nuestra capacidad de atención es de tan solo ocho segundos, pero no hay ninguna evidencia científica que avale esta teoría. Y aunque es cierto que, en la sociedad actual, plagada de smartphones y redes sociales, prestar atención parece más difícil, lo cierto es que hay informes que rebaten esta teoría.
Por ejemplo, de acuerdo con la psicóloga Gemma Briggs, lectora en The Open University, "No creo que la idea de que la capacidad de atención está decreciendo sea totalmente cierta".
7. La clave para la formación son modelos como el MBTI
Las personas que trabajan en formación habrán tenido que hacer (o pedir que hagan) algún test de personalidad, tales como el MBTI o derivados. Lamentablemente, y aunque este tipo de pruebas llevan años siendo usadas, lo cierto es que no tienen una base científica (más bien es pseudociencia).
La credibilidad de los test se ha puesto en cuestión, sobre todo porque suele pasar que la misma persona obtenga distintos resultados por realizar la prueba diferentes días. No: los test de personalidad no son modelos de evaluación fiables.
8. Es importante seguir todas las tendencias existentes en L&D
Es probable que este sea el mito más extendido en la industria de la formación. Cada año salen nuevas listas con tendencias y predicciones; pero si todo el mundo sigue cada una de las modas que surgen, ¿a dónde vamos a parar? Efectivamente: a ningún sitio.
Algunas personas que trabajan en L&D deberían reflexionar sobre los últimos años, y se darían cuenta de que muchas de estas listas sobre modas y tendencias suelen quedar en papel mojado.
El principal objetivo del L&D es el de añadir valor a la compañía; y esto se puede lograr, sobre todo, identificando posibles lagunas en la plantilla e implementando la tecnología para la formación con el fin de rellenar este vacío de manera eficiente. Es decir: lograr buenos resultados es algo que depende de un trabajo en profundidad, serio, y no de seguir cada tendencia que surja en el mercado.
La tecnología puede ser muy útil para mejorar la capacitación de un equipo, pero lo más importante es que el mundo empresarial y el del L&D se ajusten de la manera óptima.