En muchas ocasiones, las prisas a la hora de entregar un determinado proyecto nos llevan a obviar ciertos pasos importantes en el camino. Bien sea un análisis previo en mayor profundidad o una última revisión, hay ocasiones en que las fechas límite presionan y estas tareas acaban cayéndose de la lista de prioridades.
El diseño instruccional (DI) es uno de los grandes afectados por esta problemática dentro del sector del eLearning. En varias ocasiones hemos podido escuchar formular la pregunta que da título a este artículo. Y es que, realmente, ¿para qué sirve el diseño instruccional en la formación corporativa? A esto solo hay una posible respuesta: el DI es la clave del éxito de una formación y enseguida verás por qué.
Hay muchas definiciones sobre este término, pero refiriéndonos a la propuesta por Richey, Fields y Foson (2001), el DI supone una planificación instruccional sistemática que incluye la valoración de necesidades, el desarrollo, la evaluación, la implementación y el mantenimiento de materiales y programas. Traducción: el diseño instruccional es la hoja de ruta que permite crear y mantener un curso acorde a las necesidades formativas, técnicas y motivacionales de su público objetivo.
Hagámonos una pregunta: ¿alguien se plantearía crear una película sin haber redactado un guion? ¿O empezaría un viaje sin un mapa de ruta? Es probable y deseable que tu respuesta para ambas preguntas haya sido negativa. Y es que, comenzar un proyecto sin definir previamente su estructura tiene dos consecuencias inevitables: el proceso se ralentiza por los cambios constantes en el proceso y, además, es probable que no tenga ni el enfoque ni los resultados deseados.
Aplicando esto al entorno corporativo, el diseño instruccional se torna indispensable para lograr trasladar las necesidades formativas del cliente a la realidad. A través de un guion creamos la estructura de los contenidos, desglosando sus requisitos técnicos, identificando los mejores métodos de evaluación y, lo más importante, alineándola con los intereses y necesidades del cliente.
Si lo vemos desde un punto de vista empresarial, el DI tiene muchas ventajas, más allá de la coherencia y cohesión que aporta al itinerario formativo.
¿Quieres conocerlas?
El proceso de diseño instruccional nos ayuda a analizar un factor importante a la hora de estructurar una determinada formación: su público objetivo.
Las personas, a medida que avanzan hacia la vida adulta, tienen una necesidad de aprendizaje más autónoma, práctica y orientada a problemas. Malcolm Knowles se refería a ello en sus estudios sobre la Andragogía o, dicho de otra forma, el arte de enseñar a los adultos a aprender.
Las características de este enfoque serían las siguientes:
Si nuestra formación corporativa se realizara de forma presencial, se podrían adaptar el discurso gracias al feedback inmediato de las actitudes de los participantes.
Sin embargo, al enfocarnos en el aprendizaje online, el diseño instruccional se encuentra con dos importantes contingencias:
De ahí la complejidad del eLearning corporativo para adultos. Será responsabilidad creativa de cada persona encargada del diseño instruccional decidir cúal será la más óptima según las necesidades de cada curso. Pero calma, que enseguida te ayudamos con unas claves.
El eLearning facilita la construcción de una formación multimedia, con recursos y fuentes muy variados, así como diferentes mecanismos de interacción tanto con el propio curso como con el resto del alumnado.
Las opciones a integrar son tantas que, en ocasiones, es fácil perderse en la inmensidad. La perspectiva de añadir gran cantidad de recursos puede ir en detrimento de la calidad de la propia formación. El diseño instruccional debe evitar caer en ello y organizar los recursos de forma coherente y cohesionada.
La forma de transmitir todas esas decisiones formativas es a través de la herramienta comunicativa favorita del DI: el guion formativo.
Ahora bien, ¿qué indicaciones debería incluir nuestro guion?
Estas son nuestras propuestas más básicas, pero en Internet se encuentran infinitas opciones que permiten adaptar cualquier guion instruccional a tus necesidades. Investígalas, mézclalas y crea tu plantilla perfecta. Eso sí, a estas alturas, nadie podrá negarte la utilidad de un adecuado diseño instruccional para tus formaciones corporativas.