El storytelling puede enriquecerse (y mucho) si se le aplican juegos de roles. Esta técnica permite a los miembros del equipo ponerse en la piel del otro, lo que no solo incrementa su implicación, sino que además ayuda a que lo aprendido se recuerde con más facilidad. Y lo mejor es que la formación tiene lugar en un entorno controlado y seguro, donde las decisiones no tienen consecuencias.
El juego de roles es una dramatización improvisada mediante la cual las personas participantes asumen un papel dentro de una situación previamente establecida. Su fin es lograr una preparación para enfrentarse a una circunstancia similar.
Esta es una técnica que permite a quienes la ponen en práctica vivir determinadas situaciones, adoptar comportamientos y tomar decisiones, y todo en un entorno controlado. Gracias a esto, aprenden una serie de aptitudes, a la vez que adquieren seguridad en sí mismos para actuar en determinadas circunstancias. Los escenarios realistas y los personajes le dan un carácter más interactivo al aprendizaje.
Además, los juegos de roles conectan aquello que se está aprendiendo en la formación con las situaciones de la vida real.
Bien, ahora es cuando surge la duda: ¿cómo se puede implementar el juego de roles sin que haya otra gente presente y de manera online? La respuesta es sencilla: gracias a los vídeos interactivos. Este tipo de herramientas online se pueden desarrollar de tal manera que ofrecen las mismas características que un juego de roles en la vida analógica.
Cuando se crean los vídeos para los juegos de roles, se debe tener muy clara la situación de la vida real que se quiere emular y planificar todas las posibles situaciones, para que la simulación sea lo más realista posible. Es importante contar con todas las personas y entornos posibles: miembros del equipo, clientes, responsables o hasta un call centre; cuanto más se asemejen las situaciones del juego de roles a la vida real, mejor.
Esto no quiere decir que el juego de roles deba ser realista; el entorno a desarrollar puede ser incluso de fantasía (como sucede en The Secret of Lost Island o con Game of Diversity), pero lo que sí se debe es buscar una similitud entre los conflictos o situaciones que se plantean en este mundo fantástico y los que surgen en la vida real.
Una forma de motivar al equipo es permitir que sus miembros elijan el rol que van a desempeñar, el personaje que van a ser en este juego de roles virtual. Además, recuerda que esta herramienta es interactiva, con lo que es importante que las personas deban tomar determinadas decisiones y que lo hagan de manera consciente. Hay muchas formas de hacerles decidir: bien a través de una batería de preguntas, de un branching decision points en el que cada acción cambie el escenario (como en los libros de Elige tu propia aventura), o incluso obligándoles a crear un producto.
Si la formación se basa en un juego de roles online, es importante que se pueda cambiar de personaje cuando se desee, para que así el personal pueda tener la oportunidad de entender la situación de todos los personajes: empresa, clientes... Además, si al equipo se le ofrece la oportunidad de intentarlo de nuevo, podrán solventar posibles dudas, clarificar situaciones y corregir errores.
Las interacciones no son solo una herramienta estupenda para el aprendizaje; además, pueden ser muy útiles para generar feedback tanto a la persona que se está formando, como para el equipo responsable del curso. Los datos que generan las formaciones basadas en juegos de roles online son muy útiles y ayudan a entender dónde pueden estar los puntos más difíciles de comprender, los conceptos más controvertidos, así como sirven para analizar si se están alcanzando o no los objetivos.
Con los juegos de roles tradicionales, los datos sobre el aprendizaje y la consecución de objetivos no estaban disponibles de manera inmediata. Además, si se quería desarrollar una situación con escenarios demasiado complicados, el presupuesto se disparaba. Con el juego de roles online, el feedback es inmediato, los escenarios pueden ser todo lo complejos y fantásticos que uno desee, y las personas que se están formando pueden enfrentarse a situaciones realistas y verse obligadas a tomar decisiones en un entorno seguro, y con unos costes mucho más contenidos.
¿Quieres un ejemplo de juego de roles online? Por ejemplo, Game of Diversity, el primer curso 100% gamificado sobre Diversidad que trata de ayudar a quienes lo usan a detectar los sesgos discriminatorios en el entorno laboral.
En el juego, los miembros de los equipos son los protagonistas de una emocionante aventura en la que deben identificar los sesgos discriminatorios que de manera inconsciente existen en las empresas y que amenazan la productividad.
Game of Diversity permite a quienes lo juegan practicar sin riesgo de equivocarse, ya que las decisiones no las toman ellos, sino el personaje que han elegido. Esto mejora la toma de decisiones del equipo, cuyos miembros reciben un feedback instantáneo y personalizado. Además, la empresa recibe completos informes de todo el proceso formativo, conexiones de los usuarios y tasas de resultados, para que pueda identificar, trabajar y mejorar los puntos más sensibles.