Las organizaciones que apuestan por la diversidad tienen mayores retornos de su inversión, corren menores riesgos, se centran mejor en los objetivos de sus clientes, y destacan por su capacidad de innovación. Estas son las conclusiones que se desprenden del estudio Diversity Matters, de la consultora internacional McKinsey. Este informe se erige como referente en el sector, y arroja ideas muy valiosas.
De acuerdo a los datos que recogió la consultora a través de una encuesta a 366 empresas, las organizaciones con mejores estrategias de inclusión por género incrementan hasta en un 15 % sus opciones de obtener beneficios. Esta cifra se incrementa hasta el 35 % si la organización implementa políticas a favor de la diversidad racial.
Lejos de quedarse en la superficie de estas cifras, el informe de McKinsey analiza por qué la diversidad conlleva un mayor éxito empresarial. Para la consultora, hay cinco motivos principales:
El talento se siente atraído por las empresas que apuestan por la diversidad. Además, al tener más opciones de contratación, las organizaciones con políticas inclusivas tienen más facilidad para identificar y contratar personas más capaces.
Las empresas con políticas inclusivas son más hábiles a la hora de identificar las necesidades del mercado. Por ejemplo, una empresa con mujeres en puestos de liderazgo tiene más facilidad para adecuar sus productos a los deseos de su target (no hay que olvidar que las féminas son las responsables del 70% de las decisiones de compra).
Una organización que apuesta por la inclusión ofrece un ambiente laboral más abierto y amigable. Muchos son los estudios que demuestran que las plantillas diversas favorecen la interacción entre empleados, incrementan su grado de satisfacción y reducen la posibilidad de conflictos.
La variedad de puntos de vista existentes en un equipo marcado por la diversidad incrementa la innovación y la creatividad.
Las empresas que apuestan por la diversidad mejoran su imagen tanto de cara al cliente como para los miembros de su equipo.
La diversidad es, pues, clave para optimizar el rendimiento de cualquier organización. Pero, a pesar de la multitud de estudios que apoyan las conclusiones a las que llegó el informe Diversity Matters, lo cierto es que la inclusión sigue siendo una asignatura pendiente en la mayoría de las empresas.
Muy pocos son los trabajadores que creen tener prejuicios relacionados con el mundo laboral. Sin embargo, los estudios demuestran que se equivocan. Según el Test de asociación implícita sobre género y carrera profesional, llevado a cabo por la Universidad de Harvard, el 75% de los encuestados tiene prejuicios laborales relacionados con la mujer, la edad, el origen étnico, la nacionalidad o la orientación sexual de las personas.
Mejorar estas cifras no es tarea fácil. El informe de McKinsey señala que el 70 % de las empresas con estrategias para favorecer la diversidad fracasa a la hora de aplicarlas. Según el mencionado estudio, esto sucede principalmente por dos motivos: la falta de identificación de los líderes de la organización y la concepción del plan como estrategia no prioritaria. Con estas premisas en mente, ¿cómo puede una compañía implementar un programa que apueste por la inclusión?
La implicación y el ejemplo ofrecido por los directivos son las claves para implementar con éxito una política empresarial por la diversidad. Para lograrlo, se ha de establecer un programa mesurable que, según los investigadores Scott Keller y Colin Price (cuya conclusión viene recogida en el informe de McKinsey), debe contar con cinco etapas:
Establecer una estrategia que defina el plan de acción y los objetivos que se desea alcanzar.
Análisis de la situación interna, y de ejemplos externos que sirvan como referentes.
Establecer un plan de acción diferenciado por cada tipo de diversidad, que habrá de ser liderado por la dirección.
Activación del plan para cada acción prevista. Han de establecerse iniciativas llamativas que impliquen a todos desde el inicio.
Análisis del cambio que está suponiendo este plan por la diversidad. Establecer iniciativas que sirvan para superar barreras mentales y consolidar las transformaciones que se vayan logrando.
La formación es un pilar básico dentro de cualquier programa que aspire a fomentar la diversidad; es imprescindible que el equipo sea capaz de identificar los sesgos discriminatorios inconscientes más frecuentes en los entornos laborales. Herramientas como Game of Diversity pueden ser muy útiles al respecto.
Se trata del primer curso 100% gamificado sobre diversidad. Creado sobre una plataforma Moodle multiidioma totalmente gamificada, cuenta con herramientas como insignias y rankings competitivos entre alumnos. Además, ofrece potentes informes para el manager, que le ayudan a trabajar aquellos puntos más sensibles.
Será posible recrear situaciones reales en la que los usuarios pueden practicar sin riesgo de equivocarse. Esto mejorará la toma de decisiones de tu equipo, cuyos miembros recibirán un feedback instantáneo y personalizado.
Las cifras hablan por sí solas: Game of Diversity es una herramienta recomendada por el 96 % de los usuarios, con un índice de finalización del 97 %, y con un 92 % de usuarios que han aprendido.